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miércoles, 22 de octubre de 2014

CICLO LITERARIO A 4 VOCES. NOCHE SEGUNDA

Joselito Ramone, Esperanza Castro, Marco Flecha e Iván Onia.

Fotografía de Sergio Pulido



Rocío Muñoz y Beto Steinmann son los maestros de ceremonias, literatos y urdidores de un encuentro semanal en el nuevo café cultural La Gallina en el Diván.  Este ciclo literario que arrancó el pasado 14 de octubre,  nos ofrece una mezcla de voces tan diferentes como interesantes. Esta semana ha sido el turno de Iván Onia, Joselito Ramone, Marco Flecha y Esperanza Castro.
La noche arranca con un poema de Alejandra Pizarnik contado a dúo por Rocío y Beto que, potente como un rayo nos golpea, resonando entre las paredes blancas: "¿Por qué tanta vida?" 

IVÁN ONIA
Iván nos presenta su nuevo libro de poemas "Galería de mundo y olvido", de ediciones En Huida. Comienza con "Soy el poeta", valiente declaración de intenciones. Poeta por necesidad. Porque la realidad está tan llena de poesía que, ¿cómo no buscarla? Así, la fotografía de Natalie Portman en una famosa campaña publicitaria que llenó las calles de Sevilla, alimenta la creación de "Miss Dior". Nos encontramos ante un poema fruto de la luz roja de los semáforos, auténtica y genuina poética del volante. Cuando decir "te quiero" resulta complicado, con "Barbería doméstica" Iván nos ayuda a reparar en los mútliples actos cotidianos que hablan de amor a raudales. Y como de un valiente poeta va la cosa, ya que sólo los valientes reconocen sus temores, se despide de todos nosotros con su "Breve tratado sobre el miedo", dejándonos con un verso que se escurre entre las losetas: "Miedo me da el presente, ese pez que nadie ha visto."

JOSELITO RAMONE
Joven inquieto que tras cursar estudios de Magisterio, dudoso de lo que le enseñaban (Ay, intuyo que se perdió un buen maestro, alguien consecuente con la responsabilidad que conlleva enseñar.), decidió encaminar su profesión por otros derroteros. Y se pasó a la gestión cultural, llevando la batuta de la revista "Anonimato". Se ve que le apasiona su oficio porque lo vive al extremo. Como un terrorista o un ladrón de palabras, se nos calza un pasamontañas y se queda tan pancho mientras nos pasea por su peculiar visión de las cosas: "En algún hotel de algún lugar del norte", "Sin título", "Palabras de felicidad blanca" o "Elementos radiactivos en Carbono 14" son algunos de los caramelos que compartió con unas bocas sedientas de lo irredento. 

MARCO FLECHA
Paraguayo. Compañero narrador y muchas otras cosas. Este hombre multifacético nos regaló piezas de su encantador libro "Chorritos", editado en el Chaco argentino. Entonces le nace una historia para compartir, pues el Chaco no es cualquier cosa. Como buen narrador, nos lleva desde el cómo se editó su libro hasta el qué. De este modo nos enteramos de cómo murió su abuelo, de forma tan hermosa que a la que suscribe, si pudiera elegir,  le encantaría morirse así. "Manecillas" se llama la joya de piecita, el micro cuento. Y entre cómos y qués, termina su viaje con "Piedras", un relato en voz de Saité, niña sabia que va regalando al padre piedras del camino, piedras que aparentemente no valen nada. Una delicia de cuento con final emotivo donde los haya. 

ESPERANZA CASTRO
Otra joven cierra el ciclo. Blogger de "Tormenta y ojeras", esta mujer de cabellos amarillos como la aurora nos abre la caja de los deseos. De amores y desamores, de pasiones encontradas y perdidas nos habla con una seguridad que más de uno querría con el doble de años. "Paredes", "Capaz" y "Por qué no" son piezas que resonaron en la noche del martes. Esta última viene con juego de palabras incluido: por-no, nos explicó traviesa la autora. Aquí nos confesó que ella es graciosa. Así, sin más. Y sin duda debe serlo porque el rostro se nos iluminó en más de una ocasión con una sonrisa. En mi caso fue casi al final, con ese verso: "...Ya quisiera ser la hora cuando la llevas en el culo." Frescura, gracia, pasión. Ahí es ná.

La sesión concluye con el sorteo entre los asistentes de un ejemplar de "Chorritos" y la apertura de otra caja, esta vez la llamada "caja de la curiosidad". Una propuesta de los creadores del ciclo para preguntar a los invitados todo cuanto nos apetezca. Llega a su fin una noche llena de vida como la que auguró los versos de Pizarnik.

"Sembremos cuentos entre todos, sembremos cultura."

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